Hay discordia en la CGT a propósito de la afiliación de carceleros, seguratas y policías. El pasado 31 de Marzo en una Plenaria del Comité Confederal celebrada en Madrid se puso de manifiesto que una parte nada desdeñable de la CGT quiere ir borrando cualquier vestigio anarcosindicalista de esa Organización. Se trata del sector pragmático, realista o posibilista, en gran parte procedente de CCOO y, sobre todo, de aquelles liberades y sindicalistas de oficio que desean mayor estabilidad en su parasitario "empleo". Sólo el Secretariado Permanente y la Regional Asturiana pedían la aplicación de los estatutos y la expulsión de les funcionaries de las prisiones y guardias de seguridad afiliades. Tratan de crecer abriendo la puerta a cualquiera. En el órgano de la CGT asturiana, "Apoyo Mutuo", número 14, aparecen dos artículos en torno a este asunto: "Sindicalismo light o anarcosindicalismo" y "En defensa del anarcosindicalismo". Se pregunta el autor del segundo de ellos: "¿Por qué estos sectores quieren entrar en la CGT?, se supone que por nuestra acción sindical y nuestros principios deberíamos ser el "coco" de esta gente. Pero vemos que no es así. La razón está muy clara: nuestros planteamientos combativos se han ido maquillando para ampliar nuestra afiliación y el apoyo a nuestras candidaturaas electorales en las empresas, y nuestros programas distan cada vez menos de los de las otras opciones sindicales. la dinámica parlamentaria lleva a esta situación. El haber admitido nuestra participación en las elecciones sindicales tenía el riesgo que todos conocíamos y que ahora hace acto de presencia". Así es. Otres ya lo avisaron hace veinte años.
Gerardo Fernández,
Periódico CNT