Las específicas y la CNT

Les anarquistas organizades en la FAI como trabajadores conscientes de que la única posibilidad de alcanzar nuestra emancipación pasa inexorablemente por el impulso y desarrollo de una lucha clara y directa contra el capital y su aparato protector, el Estado, denunciamos ante todes les trabajadores en general, los peligrosos derroteros que viene el movimiento obrero en este país, al amparo del proceso político de democracia burguesa abierto en el mismo hace ya algunos años.


Atenazado por la práctica colaboracionista desarrollada por la izquierda política y sus aparatos sindicales - CCOO y UGT - y confuso por su deficiente formación político-social, el trabajador ha visto cómo su posición económica y social viene deteriorándose progresivamente pacto tras pacto, Moncloa, AMI, ANE, al ser traicionadas sus lógicas reivindicaciones de un mejor nivel de vida en todos sus aspectos. Ni la reducción en la jornada laboral, ni su estabilidad económica, ni la seguridad del puesto de trabajo, ni el desarrollo de las libertades básicas, por citar algunas de estas reivindicaciones más elementales, fueron nunca tratadas por los gobiernos siquiera, aliviar su cada vez más difícil situación.


Peor aún, en el transcurso de estos últimos años y como consecuencia de la trampa colaboracionista "solidaridad nacional" entre riques y pobres, patrones y obreres, opresores y oprimides, llaman a dicho engaño les principales líderes de izquierda, les trabajadores hemos ido perdiendo en el envite gran parte de nuestras armas más poderosas: el espíritu de lucha, la conciencia en nuestras propias fuerzas, imparable cuando actuamos unides en la defensa de intereses comunes y nuestro sentido solidario como clase explotada.


Ante tal perspectiva, es preciso detener esa especie de fenómeno derrotista y de impotencia que hoy padece la clase obrera y dar un giro radical a esta situación. Por ello rearmar a les trabajadores en la teoría y en la práctica será, desde ese mismo momento, la máxima preocupación en la inexorable tarea diaria de todo militante anarquista.


Es, pues, nuestro objetivo conseguir que toda persona, tanto a nivel individual como colectivo, en los tajos como trabajadores y en el barrio como ciudadanos consumidores, asuman nuevamente, en toda su extensión y gravedad, el tipo de problemática concreta que les afecte (la pérdida del poder adquisitivo del salario; la función deshumanizadora de las actuales formas de trabajo; la creciente militarización de la sociedad; la destrucción de la ecología; la asistencia sanitaria; la situación de las cárceles; la tortura como práctica cotidiana de la policía en las comisarias y sus criminales métodos de detención de "presuntes delicuentes"; la alienación cultural e ideológica a que nos somete el Estado, fundamentalmente a través de la televisión y demás medios de comunicación social; el paro; la vivienda; la nueva preponderancia del poder de la Iglesia...) y afrontar de un modo consciente y responsable la lucha necesaria para alcanzar su solución eficaz. Una lucha claramente abierta contra les verdaderes enemigues de todo pueblo libre, Capital y Estado, sin diluir las fuerzas, ni delegar ninguna tarea ni poder en manos de intermediario alguno, cuya existencia tiene precisamente por motivo el dificultar, hasta impedir la solución de tales problemas. Es imprescindible, por tanto, boicotear con decisión toda iniciativa del poder del gobierno que bajo fórmulas de decreto o leyes municipales, generales, sindicales, etc., venga encaminada a legalizar la existencia de les intermediaries polítiques, sociales y sindicales necesaries para paralizar nuestras movilizaciones y convertir la lucha revolucionaria del pueblo en un juego político, ajeno a nuestros intereses, del cual siempre el Capital ha sacado y sacará sus mejores beneficios.


Y hay un instrumento capaz de garantizar el éxito de este objetivo. Está en las Organizaciones obreras y construídas de abajo a arriba, cuyo poder de decisión radica siempre en asambleas soberanas y cuya finalidad es la defensa de los intereses obreros y ciudadanos de un modo inmediato y, a más largo plazo, su emancipación total. Organizaciones cuya razón de ser está fundamentada en la injusticia social y la desigualdad económica que rige nuestra sociedad. organizaciones que, por otra parte, recibirán del apoyo mutuo, de la solidaridad obrera y sobre todo del hecho decisivo que representa el darnos cuenta de que solamente les propies trabajadores con nuestros monos y nuestra mente somos quienes podemos generar toda suerte de riquezas y de bienestar, lo que nos convierte en dueñes del futuro, la fuerza necesaria para destruir su poderoso enemigo: el Estado.


Estas Organizaciones están hoy representadas por la CNT, baluarte del anarcosindicalismo en el mundo del trabajo y por colectivos libertarios en el ámbito ciudadano.


Hemos realizado hasta aquí, junto a un breve análisis de la negativa evolución experimentada por el movimiento obrero en los últimos años, la exposición a grandes rasgos de los aspectos básicos de uno de los principios de actuación más relevante de su historia: la Acción Directa.


Debemos añadir que para su aplicación y aceptación popular ni hoy ni nunca existió catecismo alguno o programa específico y concreto. Solamente la divulgación teórica y práctica de nuestros ideales anarquistas, nuestra propia actitud personal como trabajadores y ciudadanos y nuestra participación activa, decidida e inteligente en cuantos conflictos se produzcan, fueron desde siempre la más eficaz garantía de su adecuada utilización.


Es decir, el arraigo y desarrollo de la Acción Directa como práctica de lucha generalizada entre les trabajadores, depende sencillamente de que nuestra militancia anarquista de todos los días sea capaz de despertar la conciencia revolucionaria de la clase obrera, hoy seriamente afectada por el reformismo conservador.


Al mismo tiempo, serán las propias programaciones obreras antes citadas las que confirmen su vigencia y eficacia a la par que marcan las directrices generales que debe seguir el proceso revolucionario en nuestro país.


De todas formas, estamos seguros que únicamente en torno a la Acción Directa es posible articular la respuesta definitiva a la sociedad actual y su transformación en la sociedad anarquista que todes perseguimos, donde de una vez y para siempre desaparezca de la faz de la tierra la injusticia, la desigualdad, la opresión y la explotación del hombre por el hombre.


Así mismo, en vísperas del VI Congreso de la Organización hermana CNT queremos dejar claro que no es nuestra intención influir en el tratamiento concreto que los Sindicatos vayan a dar a los importantes puntos de cara a su próxima estrategia anarcosindicalista deben debatir y dictaminar, pues creemos sin duda que la Confederación tiene recursos sobrados para resolver con éxito tan importante empresa. Recordamos que nuestra influencia ideológica respecto a CNT se limita estrictamente a nuestra actuación en sus Sindicatos como militantes anarcosindiclaistas organizados en los mismos y que otro tipo de actuación no cabe en nuestros planteamientos. Sin embargo, tenemos la obligación y el perfecto derecho de en ocasiones como ésta, divulgar sin reparos nuestra visión de cuantos planteamientos anarquistas puedan adquirir una importancia vital en el futuro inmediato del moivmiento obrero.


Y para evitar toda posible suspicacia, aprovechamos la ocasión para denunciar una vez más a quienes con oscuras intenciones nos utilizaron en el V Congreso como ruin disculpa de sus fines escicionistas. Aquel control y manipulación faista de la CNT con que gratuitamente se nos difama es hoy, tres años más tarde, finalmente desmentido por la simple y pura dinámica de los hechos, todo para mayor vergüenza y desprecio de esos sujetos por todes conocides y de su cobarde actuación. Efectivamente, la resolución de aquellos puntos conflictivos por su importancia decisiva como acción sindical, elecciones sindicales... donde apoyaban su torpe acusación, lejos de estar definitivamente resueltos en una línea normal de orientación anarquista como siempre elles aseguran, nuevamente hoy salen por desgracia con inusitado interés a la palestra


Editoral de Tierra y Libertad,

Órgano de la Federación Anarquista Ibérica (FAI)

Número 17, Enero de 1983

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