La militancia, base de la federación libertaria

- Comprendí que no bastaba con denunciar la injusticia. Había que dar la vida para combatirla. Ahora soy feliz.*

La principal característica de las organizaciones horizontales, esto es no jerárquicas, radica en que su base, su única base y fuerza, reside en la militancia. Esto tiene un porqué, un rasgo revolucionario, que para algunos no es más que una cuestión exótica, pero también tiene la exigencia de un compromiso y de una responsabilidad.

CONTRA LA "DEMOCRACIA MILITANTE"

- Dice que la poesía es revolucionaria.

- Sólo la bomba es revolucionaria.*

Las Organizaciones autoritarias, esto es aquellas en las que existen unas jerarquías y la acción está separada de la teoría, en la que un Comité decide y acuerda y una base ejecuta, hacen gala de una particular forma de entender la militancia.

Tras las últimas elecciones europeas, la Secretaria de Organización del PSOE agradecía a las bases el trabajo desarrollado. ¿Cuál es el trabajo desarrollado? Pegar los carteles en los que se pedía el voto, la delegación a un programa que esas bases ni tan siquiera había elaborado. Este caso es un claro exponente de esa "democracia militante", la militancia se dedica de forma exclusiva a ejecutar, es entendida como la masa manual que únicamente puede llevar a cabo las acciones en los términos acordados, evidentemente no por ellos. Pero, como no puede ser de otra forma, esas acciones no constituyen el eje central de la Organización.

Los compañeros del Sindicato de Oficios Varios de León (CNT-AIT) sacaron hace no mucho un panfleto contra el referéndum por la reforma universitaria en el que criticaban que las organizaciones estudiantiles de la izquierda, esto es las que están orquestadas por políticos, hubieran utilizado las huelgas, las manifestaciones y las okupaciones como meras formas propagandísticas y no como formas de lucha... y sólo hay que ver cómo hacían los piquetes.

Eso es la "democracia militante": separar el concepto militante de toda capacidad de decisión, es decir reducirlo a un mero ejecutor, y sobre todo intentar evitar que la militancia por sí misma sea un método eficaz, es decir que exclusivamente a través de ella puedan conseguirse cosas, forma que tienen para conseguir que la acción política quede como un método indispensable.

LA IMPORTANCIA REVOLUCIONARIA DE LA MILITANCIA

- Nunca estoy cansado*

Sin embargo, en las Organizaciones que deturpan toda forma de delegacionismo, que eliminan cualquier atisbo de jerarquía, que ponen toda su esencia revolucionaria, como no puede ser de otra forma en la militancia, ésta no puede ser entendida como un carnaval o como un pasatiempo puntual, sino como la raíz constante del proceso revolucionario.

Las Organizaciones que no delegan sus funciones en representantes o vividores tienen muy claro el proceso de Revolución Social; éste no empieza en los Parlamentos, ni se consigue con un apretón de manos o con un romántico gesto que se repite una y otra vez en los telediarios. El proceso de Revolución Social empieza en el momento en que el individuo no permite que su vida, que sus decisiones, que sus acciones pertenezcan a ningún otro individuo; empieza en el momento en el que el individuo es consciente de su situación de opresión y lucha por la liberación de todas las formas autoritarias, tanto en la teoría como en la práctica, como algo inseparable que son. Y, cotidiano como es este proceso, queda alejado de las grandes pantallas, de los bonitos gestos y de las luces.

Lamentablemente, en estas Organizaciones, fruto residual de las actitudes delegacionistas inherentes a un Sistema de representación, se presenta demasiadas veces el lastre de la delegación, se materializa la separación entre teoría y práctica y se entiende que el simple hecho de pertenecer ya es por sí sólo revolucionario.

Sin embargo, en nuestras Organizaciones libertarias el trabajo cotidiano es el único hecho revolucionario: la constancia y la coherencia son los únicos caminos que nos llevan a la emancipación. Aquella máxima autoritaria que decía que "el todo determina a las partes" es trastocada en las Organizaciones antiautoritarias: porque en realidad es la parte, el individuo, el que va condicionando con sus acciones al todo. No somos por estar, sino por hacer.

En las Organizaciones anarquistas, en las que defienden la acción directa, el delegacionismo es la peor lacra que puede arrastrarlas. Estar contra la delegación, contra los políticos, contra los liberados y por la acción directa no se predica, se practica.

V.

* Extractos de "Los justos" de Albert Camus.

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